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jueves, 4 de octubre de 2012

“La Sensibilidad como horizonte para un proyecto de vida”. (Nahúm Ulín)



En el presente texto, me voy a dedicar a reflexionar unos párrafos del libro “La Ética de Cristo”, concretamente el capítulo 7: “se me conmueven las entrañas al ver a esta gente” de nuestro querido Chema Castillo, teólogo brillante y sin censuras al hablar de temas necesarios como “el buen vivir” y el “vivir bien”. Propongo mostrar atención al tema del proyecto de vida, no sólo para ver el horizonte concreto que se nos depara, sino, para intuir el cómo se puede “hacer camino al andar” de una forma auténticamente humana. Dedico este sencillo texto a mis alumnos y alumnas de primero de bachillerato del Externado de San José, de la tierra de Oscar Romero, El Salvador.


Este ha sido mi  primer año como docente en bachillerato. Confieso que entré a esta nueva etapa profesional con un poco de miedo y preguntas, mas que otra cosa. Ha pasado el tiempo y, para mi sorpresa y alegría, ya casi llegamos al necesario fin de trabajo anual. Actualmente estoy trabajando el tema del “proyecto de vida” y he ido concretizando un par de intuiciones que he venido “digiriendo internamente”. Me he atrevido ha compartir lineamientos que direccionen hacia la construcción de un proyecto de vida “real y concreto”. Voy a nombrar esas ideas, tomando en cuenta que no están escritas en piedra:



1)     Un proyecto de vida real y objetivo, toma en cuenta dos realidades personales: la pasada y la actual. Como personas, no solamente somos una actualidad de experiencias. Bien diría J. P. Sartre: “el ser humano es lo que hace con lo que hicieron de el”. El pasado deja un sinnúmero de aprendizajes significativos. Estos aprendizajes nos regalan una forma de ver la vida, el mundo, a los demás, a mi mismo. Nos configuran la sensibilidad, a tal punto que reacciono, como he vivido. Al final, puedo lograr entender que soy una “historia de historias”.




2)     Sabiendo que soy un “camino hecho al andar”, y distinguiendo ese cúmulo de lastre y bonanza históricos, debo de cuestionar el estilo de vida actual que llevo. Para la cosmovisión “Jesuánica”, no sólo se trata de ver el daño que dejo de hacer. Yendo a profundidad, es denotar y afincar “el bien que dejo de practicar”: si soy insensible al dolor o me es indiferente y me vuelvo escandaloso “del mal del otro, dejando a un lado el bien que puedo hacerle”. Cuestionar, dudar e interpelarnos es avanzar hacia la “conciencia que despierta del letargo de la comodidad”.



3)     Como punto final de este proceso de conocimiento personal necesario y urgente, nos planteamos cómo podemos orientar un compromiso basado en cambios personales y comunitarios. Estos compromisos deben basarse en la realidad concreta que se está viviendo, no en ideales, utopías y sueños que solamente contribuyen a la alienación estéril. Estos compromisos no solamente se derivan en el bien de la sociedad, pues, ¿cómo dar lo que no se tiene? Es urgente entender que para humanizar al mundo, hay que humanizarse uno primero (o al menos, iniciar ese proceso).


Bien. Lo anterior fueron un par de clases en donde brinde, desde mi experiencia, la lectura del evangelio de Lucas y el libro la Ética de Cristo, intuiciones sobre cómo poder formular, al menos teóricamente, un breve proyecto de vida. También tomé como línea común de estudio el tema de la sensibilidad, profundizando en la experiencia de Jesús de Nazaret. ¿por qué utilicé esta singular palabra? Creo que los jóvenes de hoy están padeciendo de algo que se ha vuelto normal: la insensibilidad a los demás, ó, en muchos de los casos, se padece más de lo que se conoce como “sensacionalismo o sentimentalismo”. 

Una de las muchas respuestas que he “digerido”, es que todo eso parte de un contexto familiar y escolar, donde la tradición y normas vuelve al joven un buen cumplidor de leyes, desembocando esto en una sociedad incapaz de ver al otro como mi “próximo”. El problema, creo yo, no es la capacidad de no creer que tiene la juventud, sino, el desarrollo amplio que posee la deshumanización, a través de la insensibilidad. La experiencia con jóvenes me ha mostrado que es un error nombrar “buenas o malas” a situaciones humanas corregibles. Es mejor potenciar o motivar la sensibilidad hacia lo que vuelve mas humano. Así, creo yo, se entenderá que la insensibilidad es una etapa humana a superar.

Para concluir mi aporte sostengo firmemente que los seres humanos “somos totalmente educables”. Si la insensibilidad se nos potenció, modeló y enseñó en una buena parte de nuestra infancia y adolescencia, queda a nuestro libre albedrío continuarlo ó desaprenderlo. Jesús, un judío puro de su tiempo, es un claro caso de “desaprendizaje del deber que oprime (la ley mosaica) y aprendizaje de la sensibilidad que humaniza (la ley del amor)”. Queda en cada uno ser honesto y humano con la historia propia y la de los demás. Termino con esta frase llena de sabiduría, escrita por Chema Castillo: “Dios está donde se afirma el Otro”. Que la sensibilidad sea nuestra compañera de aquí en adelante…
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lunes, 1 de octubre de 2012

“La Misericordia que Reivindica la miseria humana” (Frank Castillo)


El presente artículo pretende hacer un diálogo con la Cristología de Juan Luis Segundo y su propuesta exegética, sobre el mensaje de Juan el Bautista y Jesús de Nazaret. Este artículo estará fundamentado en el capitulo # 1 titulado: “El profeta del Reino y su clave Política”[1].

Idea fundamental: La propuesta o mensaje de Jesús de Nazaret es una propuesta de Buena Noticia, de alegría, de vida, de justicia y de liberación para los pobres de Palestina del siglo I. Esta Buena Noticia  es contrastada con la idea de Juan el Bautista y su mensaje de la  Ira inminente, dos propuestas que nos muestran a un Dios Misericordioso y un  dios castigador.


Dividiré el artículo en tres partes: la primera, será una aclaración de conceptos e imágenes de Dios en la propuesta de Juan el Bautista y en la de Jesús de Nazaret; en la segunda, me adentraré en describir el tipo de esperanza que genera el mensaje de Jesús de Nazaret y su clave política; en la tercera,  la parcialidad y radicalidad en la Misericordia de Dios, un Dios misericordioso con  las víctimas.

1.     1.  Ya no es su ira, sino su Misericordia.

No se puede entender la propuesta y mensaje de Jesús de Nazaret, si no se toma en cuenta lo común y diferente que tiene este con Juan el Bautista. Los dos hablan de la inminencia de Dios, pero, para explicar las dos propuestas sobre el reino inminente, hay que hacer una debida y sencilla aclaración de conceptos. Iniciaré con Juan el Bautista y proseguiré con Jesús de Nazaret.

a)    a)  La ira inminente de Dios en Juan el Bautista.

Seguiré a  Juan Luis Segundo y su esquema representativo de la oferta de Juan Bautista. Para Segundo, hay que tomar en cuenta tres aspectos para comprender el mensaje del Bautista, estos son: el anuncio, la propuesta y el estilo de vida.

El anuncio: La inminente llegada del Juicio de Dios, llegada para enjuiciar a Israel y los que  se han apartado de Dios. La propuesta: Se trata de repartir lo que se tiene, de cobrar con exactitud, a no extorsionar, etc. “En otras palabras, el poco tiempo que resta,…obliga a ordenar la conducta reduciéndola a lo esencial y a lo más propio de la situación de cada uno”[2]. El estilo de vida: Juan tenía una coherencia de vida, vivía según hablaba. Juan el Bautista vestía y comía como alguien que vive en la soledad desamparada, donde el hombre tiene que recurrir a lo esencial para sobrevivir. “En otras palabras, decía con su estilo de vida lo que anunciaba y proponía con sus palabras”[3] De esta manera sintetiza Juan Luis Segundo la propuesta de Juan Bautista.

b)   b)   La buena noticia de Jesús de Nazaret.

Jesús, como Juan, predica el inminente fin, la parusía de Dios. Ambos son escatológicos, pero la diferencia se da en que, para Jesús, la llegada del “reinado de Dios es buena noticia”[4]. En Jesús, “el anuncio” toma un sentido de buena noticia, es positivo que Dios reine, ya que para Jesús es motivo de alegría, el hecho de que Dios reine. Implica un reordenamiento y trasformación de la realidad y de la vida de las personas. Pero,  el reinado de Dios en el mensaje de Jesús es parcial para con el pobre. Según las bienaventuranzas, la buena noticia es para los pobres. Para Juan Luis Segundo esta opción no es “por  ninguna virtud o mérito, es una “PRIORIDAD POLÍTICA”[5], ya que, Dios, al ver la condición inhumana hace que el sacarlos de la pobreza, sea una prioridad del gobierno de Dios. Pero, al ser una opción política, significa que se excluirá a alguien del gobierno de Dios: los ricos se verán amenazados si Dios Gobierna. “La propuesta” para Jesús, el reino se debe de buscar y su consecuente justicia. El Reinado de Dios viene a imponer un estado de derecho y de justicia, donde los pobres tendrán su lugar. La propuesta de Jesús implica una verdadera Metanoia: cambiar de vida, llevar una vida en alegría y fiesta, ya que el Dios que viene es buena noticia. “El estilo de Vida” Jesús vivía lo que predicaba al igual que Juan el bautista, pero no llevaba una vida ascética, sino de fiesta, de compartir, de celebrar. Si la llegada de Dios es buena noticia, significa que hay que celebrar y esperar su llegada. Pero implica también una opción de vida clara en la defensa de la vida y dignidad de los pobres.  Podemos resumir el mensaje de Jesús en esta frase: “El reinado de Dios es buena noticia para los pobres, y el Dios que viene es un Dios MISERICORDIOSO, que viene en defensa de los suyos”.

2.     2.  Una Esperanza que incomoda.

Luego de aclarar las dos propuestas, tanto de Juan el Bautista y de Jesús de Nazaret, puedo decir una palabra sobre la propuesta de Jesús y la sintetizo en la frase: “Esperanza que incomoda”. La propuesta de Jesús es esperanza para los pobres porque: genera vida, confirma su dignidad y lucha por su lugar en la sociedad. La propuesta de Jesús al ser de carácter político-religioso, procura tener una alternativa más integral y más real que las propuestas de sus detractores. “Que Dios reine”, no sólo es buena noticia sino también una necesidad. Y es por eso que Jesús se moviliza en hacer de los pobres y excluidos participes del cambio que se avecina. ¿Cuánta alegría y esperanza habrá despertado aquel mensaje en los pobres de Palestina?, saber que Dios viene y viene en su defensa.

Esa esperanza no es en ningún momento pasiva, ya que el llamado de Jesús a “dejarlo todo por el reino… no tendría sentido si ese reino fuese completamente indiferente a lo que el hombre hace por él, por su llegada”[6] El reino no solo es iniciativa y trabajo de Dios, sino también tarea y compromiso de los hombres y mujeres encarnados en la historia. Dicha tarea y compromiso implica en el ser humano una renuncia a ese estilo de vida generador de muerte, de exclusión y de opresión.

Pero ¿por qué es incomodo un Dios así? Pues, es obvio que el hecho de la parcialidad de Dios por los pobres y su consecuente exclusión de los ricos, conlleva a una pugna y lucha. “No penséis que he venido a traer paz a la tierra, sino la espada” (Mt 10, 34-36) decía Jesús. La llegada del reino, predicado por Jesús, significaba una amenaza para los ricos de su tiempo.  Para Juan Luis segundo “la opción por los pobres o la oposición al Reino harán discordes y enemigos a amigos y parientes, a justos y pecadores, indistintamente”[7]. La Buena Noticia del Reino es  esperanza para los pobres, es incomodidad y mala noticia para los ricos. El tiempo se cumplió y Jesús hizo todo lo humanamente posible por estar listos al Dios y Reinado que llegaba.

3.    3.   Misericordia para las víctimas. (Intento de aplicación de la propuesta cristológica de Juan Luis Segundo)
“Esa esperanza que incomoda, debe de pasar por el filtro de las víctima. Si la esperanza no se resume en justicia y amor reivindicativo estaremos haciendo falacia y buleria”.

Con esta frase quiero resumir la idea fundamental de este último punto en mi artículo-comentario sobre la cristología de Juan Luis Segundo y su aplicación en nuestra actualidad.
Para  darme a entender con el tema de misericordia, debemos de tener en cuenta dos palabras que la fundamentan: la justicia y el amor reivindicativo.

·        La Justicia: no puede haber misericordia, si no hay justicia. La propuesta de Jesús y el Reinado que defendía tenían un “caris político” que puedo resumir en: Justicia para los pobres. Se trata de devolver lo expoliado, lo robado, lo usurpado, lo “legalmente cobrado”, se trata de “hacer nuevas las cosas viejas”. Justicia, en el leguaje de Jesús, es la total reivindicación y dignificación de los pobres. Si la justicia no es vivida y practicada, el reino no es viable.

·        Amor Reivindicativo: No se puede amar lo que no se conoce, lo que no se experimenta, lo que no se acepta. Jesús de Nazaret, al ser un pobre más en la Palestina del siglo I (aunque Juan Luis Segundo piense que Jesús no era pobre), supo vivir y palpar la realidad inhumana que vivían sus familiares y sus compatriotas, Jesús tuvo un contacto real con la marginación y explotación de su pueblo. Jesús defendió a los pobres por que era uno de ellos. Ese amor de Jesús no solo es sentimiento, sino que es “PASIÓN-MISERICORDIA”. “Se le conmueven las entrañas” (MC 8, 2) al  ver el sufrimiento de su pueblo. Y dicho amor lo lleva un compromiso real en la defensa de los de su clase, el amor de Jesús por los pobres lo lleva al “enfrentamiento” con los opresores. Su amor busca la reivindicación de los suyos, devolviendo la dignidad, el valor de su vida.

Justicia y Amor reivindicativo, son dos condiciones fundamentales para que la Misericordia sea realidad. No se puede pensar un proyecto, ya sea político, religioso, económico, social, etc., que pretenda liberar a los pobres, sino esta fundamentado en estas dos palabras.
La misericordia reivindicativa tiene, en Jesús de Nazaret y su propuesta del Reinado de Dios, la teoría y praxis unificada.

Pero, para que cualquier propuesta de cambio que se nos plantee en cualquiera de las esferas configuradoras de la vida y realidad humana (economía, política, cultura, religión, etc.) sea en realidad una propuesta de cambio, debe de llevar esa MISERICORDIA REIVINDICATIVA, para los pobres y víctimas. No podemos pensar el futuro si las víctimas no tienen lugar y sentido en ese mañana. Ese es uno de los problemas fundamentales de nuestros días: hacer historia sin las víctimas.

¿Qué clase de sociedad  se crea al ignorar a las víctimas? Pienso que, la clave cristológica que Juan Luis Segundo nos plantea, nos ayuda a repensar y criticar a toda propuesta que busque crear futuro y sociedad. Me tomo la libertad de tomar una cita larga, pero, que sustenta lo que deseo decir: “Jesús no sólo anuncia que la fuerza de Dios va a introducir en Israel un nuevo gobierno y a crear en él una nueva sociedad. Jesús prepara ese gobierno. No precisamente organizando medios para hacerse con el poder, sino trasformando las conciencias – especialmente las de los pobres- para ponerse de acuerdo con esos cambios inevitables. Y esto es política, esto es, una ideología política, porque constituye un sistema de eficacia puesto al servicio de un plan para reestructurar de nuevo la sociedad de Israel de acuerdo con la escala de valores que Jesús atribuye al corazón de Dios”[8]

Se trata de crear, junto con las víctimas y los pobres de la historia, los cambios necesarios y urgentes que la realidad de injusticia y de pobreza nos plantea. En Ignacio Ellacuría se resume en “hacerse cargo de la realidad”, pero no cualquier realidad, sino  “lo real de la realidad” o sea el mundo de los pobres. Si no caminamos, vivimos y soñamos una humanidad nueva, la historia y el mañana será cualquier cosa, menos la realidad de Dios y su reinado.



[1] Capitulo que forma parte del libro: La historia perdida y recuperada de Jesús de Nazaret, Juan Luis Segundo, Sal Terrae. 1990.
[2] Idem. Pág. 151
[3] Idem. Pág. 152.
[4] Idem. PP. 153 – 157.
[5] Idem. Pág. 158.
[6] Idem. Pág. 167.
[7] Idem. Pág. 170.
[8] Idem. Pág. 185.

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jueves, 27 de septiembre de 2012

Talita Kumi… (Vladimir Valladares)

1.        
¿Qué hay en la cabeza de nuestros jóvenes? ¿Cómo miran al mundo y la realidad? ¿Si la postmodernidad es una exaltación de las sensaciones, frente a qué se sensibilizan nuestros muchachos? ¿Cómo enfrentan el dolor y el sufrimiento?... Estas y otras cuestiones repasan mi mente mientras termino una clase de algo a lo quizás se le puede llamar cristología.
          Me encuentro impartiendo este curso a jóvenes quinceañeros que cursan su 9º grado. El curso consta de tres partes: Una contextualización histórica de la persona de Jesús; luego seguimos con el reino de Dios, entendiéndolo como una respuesta de Jesús frente a su contexto; y terminamos analizando la muerte en cruz como causa “lógica” de su praxis, y la resurrección como una afirmación de Dios.
          En esta última parte nos hallábamos cuando decidí ilustrar el proceso descrito arriba  con la muerte martirial de Mons. Romero. Comparar y descubrir en la vida del obispo salvadoreño un símil de la vida de Jesús, así como entenderlo como un referente de verdadera vida y testimonio cristiano, tan escandaloso como el maestro de Nazaret.
         Proyecté a mis alumnos -5 diferentes grupos de 39 muchachos- un video que mostraba la dura realidad de represión que atravesó El Salvador, especialmente el pueblo campesino, durante la década de 1,980. Aparecen de pronto imágenes impactantes cuando agentes de la Policía Nacional abren fuego contra jóvenes del Bloque Popular que se manifestaban frente a la plaza de la  Catedral Metropolitana el 8 de mayo de 1,979. Las imágenes dejan ver cómo algunos de esos jóvenes morían en su intento por huir de las balas de sus agresores. Otros, eran aplastados por sus propios compañeros que se encontraban en el mismo intento. Se veían caer los cuerpos.
         Mientras tanto yo, observaba a mis alumnos. Unos callados, contemplando, silentes… Pero mi máxima atención recayó sobre otros, que frente a semejante escena no callaron la risa, la ironía, el juego y el chiste. Parecían que estaban viendo una película, de esas que tan de moda nos ha puesto Hollywood, en las cuales la muerte de otro ser humano es algo tan natural y común. Mientras el “héroe” esté vivo no importa cuántas vidas estén siendo sacrificadas.
La clase terminó. Pero mi asombro continúa todavía en este momento.       
2.      
                No son pocos los teóricos en educación que han afirmado que el acto educativo debe estar centrado en la persona del estudiante, él debe ser el centro de gravedad y protagonista de su propio proceso de aprendizaje. De la centralidad en los contenidos - propio de la educación tradicional -  se pasó a la centralidad de la persona – según afirma el constructivismo. Este es el giro copernicano de la educación. Y es muy difícil no pensar en Descartes en este punto (del dogma al sujeto). Junto con los soñadores de la Modernidad, esta centralidad del ser humano debería ser una centralidad personalizante, es decir, que todo aquello que le proporcionemos al alumno debe tener la capacidad de hacerlo cada vez  mejor persona.  ¿Realmente en la escuela se ha dado tal giro que centra a la persona para personalizarlo? ¿No será mejor decir que el giro copernicano se ha dado en el ambiente Postmoderno en el que nuestros jóvenes viven, y  en lugar de personalizarlos los individualiza?
                Nuestros jóvenes son sensibles, eso no hay que dudarlo. Son capaces de conmoverse y sentir pena. Pero nos encontramos con jóvenes envueltos en una cultura “narcisistas” a los que parece solo importarles su propio dolor y sufrimiento, ese que les es “existencial”. El dolor y sufrimiento de los otros lastimosamente se ha convertido en un mero espectáculo propio de nuestro tiempo. La pobreza, la exclusión, la marginación, “la cruz” en palabras de Sobrino “ya no resulta escandalosa”. Nos hemos acostumbrado a ella, se nos ha hecho común y natural. “Es natural que haya gente que sufre. Es una verdadera lástima que existan los pobres. Pero no se puede hacer nada frente a eso.” Sería la conclusión de muchos de nuestros chicos.
3.        
                En los años 60-70´s los grandes ideales de libertad, de revolución; las grandes utopías y sueños reposaban en la mente y corazón de los jóvenes. Eran ellos lo que salían a las calles a reclamar por un mundo mejor; pero también eran ellos los que lamentablemente ponían las víctimas.
En los años 80-90´s mientras las dictaduras militares daban el paso a la instalación de la economía de mercado liberal y su característico estilo de vida, los  jóvenes fueron nuevamente víctimas de un ataque, ya no armado, sino ideológico. Instaurando en su modo de ser y proceder los valores del mercado: de la compra y laventa, del tener y aparentar, del gastar y consumir,  de lo desechable y analgésico, de lo inmediato y pasajero, del sentido de la historia como lineal, de la  exaltación del cuerpo y  el rezago de lo espiritual  visto como accesorio, y de la visión de un Dios “personalizable” con el que se realizan trueques interesados… Los grandes ideales habían muerto, los sueños ya no lo eran, las utopías ya no existían. Se viene a la mente aquel pasaje del evangelio cuando la viuda procesionalmente iba a enterrar a su hijo, a su anhelo, a su esperanza… A diferencia del texto bíblico nuestros jóvenes no tuvieron quién les despertara. Ni el Estado, con sus políticas; ni la Iglesia, con los grupos juveniles; ni las ONG´s y sus programas lograron el milagro. ¿Quién les dirá talita kumi? 
Llegamos al siglo XXI, valores efímeros, desesperanza, lasitud se convirtieron en los nuevos contenidos; los medios de comunicación masiva, los artistas baratos, los juguetes tecnológicos, son los nuevos maestros…  Joaquín Sabina describe muy bien este momento histórico cuando escribe:
“Como quien viaja a lomos de una yegua sombría, por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día, y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden… Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido, que viene de la noche y va a ninguna parte, así mis pies descienden la cuesta del olvido, fatigados de tanto andar sin encontrarte… Vivo en el número siete, calle Melancolía. Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría. Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía y en la escalera me siento a silbar mi melodía.”
       
                Definitivamente esa ansía y avidez descontrolada del ser humano, solo deja en evidencia el gran vacío que habita en su interior.  
Lo expuesto anteriormente, obviamente, no abarca a todos los jóvenes en particular, sino al sistema y cultura juvenil que está predominando en nuestro continente y del que todos somos de una u otra forma responsables. Quiere ser un llamado de atención para todos aquellos que nos dedicamos a la educación y trabajo con ellos, padres de familia, docentes, facilitadores, pastores... ¿Cómo les estamos educando? ¿Qué tipo de ser humano estamos educando?
La escuela -  y muchos centros de educación -  se ha perdido en la burocracia, en la papelería, en lo formal y accesorio. Mientras la calidad, la calidez, el encuentro, el diálogo, lo relacional, están fuera de las aulas y pasillos.   
 
Creemos, aun así, que todavía existen muchachos y muchachas que alzan sus voces y no se dejan intimidar por el sistema o ideología. Jóvenes que, como los prisioneros en el mito de la caverna de Platón, rompen las cadenas que les atan para dar la vuelta y dejar de ver las sombras y enfrentarse con la realidad.
             Creemos que todavía se pueden generar verdaderos itinerarios educativos que acompañen los procesos grupales y personales de nuestros jóvenes. Creemos, desde la Iglesia,  en una pastoral juvenil comprometida con la historia que sea presencia de Dios en el mundo, esperanza para los hombres.
Creemos en los  Jóvenes que luchan por la justicia, que viene de la fe, y que creen que el sueño de otro mundo es posible.  
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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Izquierdo, derecho, izquierdo… (José Ignacio Gonzáles Faus)


Para meditar y profundizar la situación política en El Salvador. Esperamos sus comentarios. (ATT. EFAP)

Las teorías son como grandes manchas de color: ayudan a ver y distinguir aunque luego, en la realidad, las cosas tienen muchos más matices. Puede ser útil, por ejemplo, hacer una caracterización completa de lo femenino y lo masculino, aunque luego nunca nos encontraremos ejemplos puros de esa teoría porque todos tenemos pinceladas de ambos sexos. Y esto quizás sirva para otra de las divisiones más clásicas de nuestra vida no personal sino social: lo que solemos llamar derechas e izquierdas.

A grandes rasgos comenzaría diciendo: la gran tentación de la izquierda es la falta de responsabilidad, mientras que a la derecha la pierde su avaricia. Tanto la irresponsabilidad de unos como la codicia de los otros no son reconocidas por ellos.

La derecha justifica su avaricia con la religión, falsificando a ésta por completo: a veces hasta da gracias a Dios por el éxito de sus ambiciones. La izquierda justifica su irresponsabilidad amparándose en el progreso, hasta llegar a pervertirlo: da por sentado que sólo podrá criticarla quien sea un retrógrado.

Y así, mientras una dice creer en Dios, la otra afirma creer en el progreso, y las dos utilizan ese objeto de su fe como opio para apaciguar a sus víctimas. Una vive esperando que sus ideales sociales justifiquen su pereza. La otra espera que su afán de responsabilidad justifique su avaricia.
La izquierda desconoce el pecado original; la derecha lo utiliza en provecho propio. La derecha se cree con derecho a vivir muy bien expoliando a los demás. La izquierda cree que el derecho a vivir bien consiste en que se lo den todo hecho.

Por eso la izquierda quiere un Estado que pague las consecuencias de todas sus imprevisiones (aborto gratuito, cáncer de pulmón, sida…) aun a costa de arruinar al erario público; mientras que la derecha se siente llamada a castigar, ejemplar e inmisericordemente, a todos los que la molestan. Aquella cree que todo vendrá dado mecánicamente con un cambio de estructuras. Esta se ampara en que lo importante es cambiar las personas, para negarse a todo cambio estructural.

Ambas esperan ser justificadas meramente por su militancia (“soy progre y de izquierdas”, o “soy hombre de bien”) pero ninguna de las dos toma esa militancia como una exigencia de cambio de vida. La izquierda espera un mañana que nunca vendrá; la derecha se escuda con esa falsa esperanza de la izquierda para negarse a construir ningún mañana mejor.
La izquierda es en teoría universalista, pero su universalismo se reduce muchas veces a proclamar para los demás lo mismo que busca para sí. La derecha suele ser individualista y agita sonoros gritos patrióticos: pero su patriotismo se reduce a que la patria soy o, a lo más, yo y los míos.
Las izquierdas quieren cambiar el mundo pero creen tener ya la receta para ello y piensan que Marx y Nietzsche ya estudiaron bastante por todos ellos. Las derechas estudian más pero sólo para buscar y justificar el máximo beneficio propio…

Cuando se enfrentan entre sí, la derecha se siente amenazada y suele volverse increíblemente agresiva. Las izquierdas se sienten superiores y suelen volverse despectivas. Ambas son intolerantes una con la otra; pero la derecha suele ser mucho más intolerante. En ambas existen personas particulares, que son modelos de responsabilidad y de solidaridad. Pero, por desgracia, son excepciones que no dan color a su facción.
En una palabra, la izquierda tiende a caer en la ley del mínimo esfuerzo, la derecha obedece a la ley del máximo interés. Si de aquí se deduce una necesidad de superar la antítesis derechas-izquierdas, muchos utilizan esa necesidad para proclamarse “de centro”. Pero, por lo general, el centro suele tener bastantes de los vicios de las otras dos ramas y pocas de sus virtudes. O se queda en esa tibieza a la que el libro del Apocalipsis califica de vomitiva.

En la historia de la primitiva iglesia, las derechas convertidas del fariseísmo estuvieron a punto de matar a san Pablo; y éste se cansó de reprender a los corintios por la irresponsabilidad con que acogían la libertad. En teología, al hablar de Jesucristo, dicen algunos que la derecha se ampara en la divinidad de Cristo para negar o escamotear su humanidad, mientras que la izquierda se aferra a la humanidad de Jesús para negar o alejar su divinidad.

Y allí es donde se muestra de manera espectacular que los centros suelen tener los errores tanto de la derecha como de la izquierda: la reflexión sobre Jesucristo muestra que el verdadero camino tampoco reside en ese centro que no es ni carne ni pescado, sino en la totalidad: Dios y hombre a la vez, Dios en su mismo ser hombre y hombre desde su ser Dios. Responsable y trabajador en la lucha por la justicia y la igualdad; solidario desde la responsabilidad y el esfuerzo.
No iría mal que todo eso nos sirviera de modelo.

Publicado en:
http://blogs.periodistadigital.com/miradas-cristianas.php/2012/09/14/izquierdo-derecho-izquierdo-
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sábado, 11 de agosto de 2012

Aún nos queda algo... Esperanza (Vladimir Valladares)

Me encuentro sumergido entre unas de las más bellas páginas de la "Apocalíptica" pura. No de esa amarillista y escapista que pretende hablar del fin del mundo a base de la infundación del miedo y la proliferación del terror y el pánico. Sino de aquella más semejante a la experiencia de la primitiva iglesia cristiana, que en medio de la tribulación causada por la persecución, llevaban en sus corazones la convicción férrea de una "tierra y cielos nuevos" en la cual Dios reinaría por fin, provocando un nuevo orden de las cosas, un mundo con una nueva dinámica de equilibrio expresada con la hermosa frase epitáfica del "león que pastará junto a la oveja, y el infante que jugará con la serpiente."
Me refiero a la llamada "Teología de la Esperanza" y a uno de sus mejores Profetas, Jürgen Moltmann. El texto en cuestión - "La justicia crea futuro"- publicado finalizando la década de los ochenta comienza haciéndonos una pregunta fundamental: "¿Tiene futuro la sociedad moderna?" Nuestro autor es claro que por "moderna" comprende a la Ilustrada Europa y en concreto la problemática política, social, cultural, ecológica y nuclear de esas latidudes, mas no es ajeno a la realidad como totalidad ni como sistema orgánico e interdependiente, manifestando entonces que se ha contenido en hablar mucho de la situación del Tercer Mundo debido a que en "tales cuestiones los que tienen la palabra son los teólogos de aquellas regiones." Razón por la cual es prudente al momento de referirse a la producción propia de América Latina y a la Teología Negra, pero no duda en colocar en igual disposición a estas expresiones de la fe con la "Teología Política" europea nacida después del lametable acontencimeinto de Auschwithz y su rezago existencial del "¿Dónde estaba Dios?"
"En verdad Creador, creación y criatura han sido refutados por Auschwithz", decía el dramaturgo Rolf Hochhunth en su drama "El Representante". "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" Gritaba Jesús desde la cruz. ¿Qué habrán gritado los primeros mártires cristianos mientras eran quemados en la arena del circo romano? ¿Qué plagaria habrá salido de los corazones de las víctimas en Hiroshima? ¿Qué oraciones rezarán los miles de desempleados, pobres, marginados y explotados que van lentamente muriendo gracias a la violenta vida causada por sistemas totalitarios?
¿Tiene futuro este mundo? Max Horkheimer se atrevió a escribir: "Teología es... la expresión del anhelo de que el asesino no pueda triunfar sobre la víctima inocente." Teología no es meramente un discurso, mucho menos la expocisión erudita de ideas abstractas y sin sentido para las grandes mayorías, que nunca leerán los textos de doctores y teólogos. Teología es el ahnelo, la convicción de que el asesino no triunfará. Teología es esperanza. Pero no una esperanza pasiva, porque si es conformista no es esperanza. Teología es hacer historia junto a las víctimas, cargando sus cruces, quizás muriendo con ellas. Los teológos entonces deberían ser los nuevos Cirineos con el Jesús a cuestas. Por eso el apocalipsis es teología y aquellos "santos vestidos de blanco y lavados con la sangre del cordero" verdaderos teólogos.
Gustavo Gutiérrez - padre de la Teología de la Liberación- decía que la teología es la palabra segunda que sigue luego de escuchar la voces del pobre en su praxis liberadora. Esto nos hizo descubrir que la "realidad se nos impone" , que "la gloria de Dios es que el hombre viva." Pero, ahora podemos decir, que teología no solo es una palabra sino sobre todo y después de todo La Acción que acompaña esa praxis, brindado esperanza en medio de este valle de lágrimas.
¿Tiene futuro este mundo? Lo desconozco, pero sí sé que todavía tiene esperanza.
Termino estas meditaciones con una oración que nace del interrumpir mi lectura. Del pensar, con la honradez necesaria, en seguir diciéndole Sí a Dios. Preguntándole ¿dónde he de encontrarlo? Susurrando como Juan de la Cruz "¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido?

Dios ha muerto,
sí, ha muerto clavado en la cruz del Calvario,
ha muerto en el indio del nuevo continente,
en Hiroshima, en Auschwithz, y el Mozote.

Ha muerto en la India junto a Gandhi,
en la España de Miguel Hernández,
en el Norte junto a Luther King,
y en el disparo que mató a Romero.

No ha muerto, lo han asesinado,
Lo mató Pilatos en el pretorio,
el europeo en la conquista,
el alemán nazi y los militares en El Salvador.

Lo mató el poder del Imperio,
la razón del Ilustrado,
la fuerza del militar,
lo voraz del Sistema...

Descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos.
Resucitó en la fe de Jesús de Nazaret,
en la fe del indio, del japonés, del judio... de Rufina.

Dios no está muerto, ha resucitado!
ha resucitado en la esperanza del joven,
en la utopía del estudiante,
en la lucha de la mujer,
en la resistencia del pobre.
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jueves, 12 de julio de 2012

“Los Irrenunciables en la Izquierda Salvadoreña” (Frank Castillo)



Pautas para la construcción de un verdadero cambio político en El Salvador.

En este artículo, pretendo enumerar, los que a mi juicio, son los irrenunciables que debe de tener el proyecto político de la izquierda salvadoreña. Para expresar mis ideas, lo haré en tres grandes parte. La primera, será una presentación muy general de lo que a mi juicio, han sido los mayores errores del Gobierno de Izquierda que dirige actualmente El Salvador. En la segunda, enunciaré los que, a mi juicio, son los irrenunciables de la Izquierda Salvadoreña y en la tercera, plantearé el talante ético que debe tener un Izquierdista.

1. Los errores de la Izquierda Gobernante en El Salvador.

Después de la firma de los Acuerdos de Paz tanto la guerrilla del FMLN(1) y el Gobierno de El Salvador aceptaron un cese al fuego y se pacto el fin de una guerra civil, que azotó a El Salvador por más de 12 años, cobrando alrededor de 70 mil víctimas, la mayoría de ellos civiles. Pues bien, con el cese al fuego, la guerrilla del FMLN pasa a consolidar un Partido Político con inspiración de “Izquierda Socialista”, inspiración que les motivará a luchar por alcanzar el poder político del país. Es hasta el año 2009 cuando un candidato a Presidente por parte de este partido, alcanza la victoria: Fueron 17 años de lucha política, de victorias y derrotas, pero de un mismo discurso: “Cambio de Modelo”.
El candidato electo y hoy presidente de la republica, Sr. Mauricio Funes Cartagena, ha sido electo por más del 52% (2) de los votos emitidos en ese año, todo esto como consecuencia de la lucha política del FMLN y la necesidad de un cambio en El Salvador. Por primera vez en la historia política del país, un candidato de Izquierda llega a ser Presidente de un Estado que en sus últimos 20 años fue gobernado por un partido de Derecha Nacionalista, en este caso ARENA.(3)

Había dicho que la inspiración ideológica del FMLN es “Izquierda Socialista” como ideología antagónica de la Derecha Nacionalista. Pues bien, desde el nacimiento de la Guerrilla del FMLN en Octubre de 1980 hasta su consolidación y victoria Presidencial en 2009, la Izquierda de El Salvador se entendía a sí misma como una alternativa a la política Capitalista- Neoliberal que, en sus fundamentos ideológicos, sólo defiende los intereses del mercado y la economía.

Por tanto, lo primero que se esperaba era un cambio de paradigmas y de forma de hacer política en El Salvador. La realidad, después de 3 años de gobierno de izquierda queda, en un “Limbo Político”. (4) Situación política que se fundamenta en la pérdida de “identidad por parte de la Izquierda Salvadoreña”

Con la llegada del primer gobierno de Izquierda en nuestro país, se inicia, en teoría, una nueva forma de gobernar, se habla de proyectos de inclusión, Ciudad Mujer, se regala uniformes y zapatos en las escuelas públicas, los que habían sido olvidados por los gobiernos anteriores hoy, tendrían su lugar. Se crean muchas políticas sociales, se hacen programas, acuerdos, etc. Pero el mal de fondo nunca se atacó. La pobreza que genera el Sistema nunca fue eficazmente trabajada en todo este tiempo, el modelo económico neoliberal nunca fue arbitrado por los gobiernos de ARENA y se esperaba lo contrario del gobierno del FMLN, pero el sistema, que es el generador de pobreza, nunca ha sido criticado, ni cambiado. La banca privada, la empresa privada, en fin, la ANEP (5) y las Trasnacionales, siguen teniendo los mismos beneficios con la “Izquierda en el poder”. La situación política en su dimensión económica, sigue intacta, muchos dicen que la Izquierda perdió su identidad.

Pero ¿Cuáles deberían ser los irrenunciables para la Izquierda Salvadoreña, para no dejar de ser alternativa de cambio? Duda que, a mi juicio, tiene una vital importancia en la coyuntura política que vivimos.

2. Irrenunciables en la Izquierda Salvadoreña.

En este apartado enunciaré los que, a mi juicio, son los Irrenunciables que la Izquierda Salvadoreña debe de asumir y practicar, para no perder su identidad de Izquierda.

a) No apartarse de las Bases del Partido, de los Movimientos Populares, de los Sindicatos: son los medios más efectivos para escuchar y estar con el pueblo.

Uno de los errores más reiterados y escuchados en las zonas populares, es que la “cúpula del FMLN” se ha olvidado y apartado de las bases y del pueblo. Sólo los utilizan como plataforma electoral para llegar al poder político y ya en el cargo político, se olvidan de sus electores. Este error, tan repetido en la mayoría de los municipios del gran San Salvador, y en la mayoría de los departamentos que conforman el país, llegan a ser casi un clamor que ensordece, pero que nunca llega a inquietar a los “Líderes - Dueños” del FMLN. Es más, tengo la experiencia, de primera mano, el ver como a miembros de las bases que exigen y luchan por una renovación de la cúpula del partido, son tildados de orejas, vende patrias, derechistas, etc., situación y acusación que desemboca en la expulsión de los miembros del partido, miembros que muchas veces son militantes más activos, solidarios, fieles, entregados a la causa; liderazgo político que desemboca en ser personas o militantes que tienen una gran influencia en las colonias, iglesias, municipios. Ironía de la vida: a los verdaderos Izquierdistas, se les expulsa.

Si con los militantes o miembros del partido sucede esta experiencia de autoritarismo, ya ni se diga con los que son líderes o miembros de los Movimientos Populares y Sindicatos, que al igual que las bases, solamente piden a la Izquierda Gobernante, que ejerza políticas públicas, que respondan a las verdaderas necesidades del pueblo salvadoreño. En estos dos casos se ve como la cúpula del FMLN, desacredita, desautoriza e ignora el clamor de estos líderes organizados, situación que desemboca en la separación de los movimientos populares y el Gobierno.

b) No entronizar a los fundadores o líderes históricos del partido, hay que democratizar y actualizar los liderazgos; esto evitaría los empoderamientos y cargos vitalicios.

Si en la Izquierda existen cargos y liderazgos vitalicios, se está cayendo en el grave error de pensar que la realidad es estática. No hay duda que los líderes históricos del FMLN, en su tiempo, tuvieron su razón y sentido para ser líderes. Pero, el empetrarlos en los cargos, sólo desemboca en la creación de una élite dentro del partido. La realidad salvadoreña a cambiado en muchos aspectos; las décadas del 70, 80 y 90 son muy distintas a las actuales. Solo por poner un dato fundamental: muchos de los que conforman el padrón electoral son jóvenes de entre 18 a 30 años, jóvenes que nacieron y vivieron en un país en proceso de paz, estos jóvenes hijos de una cultura muy distinta a la de la generación de la guerra, ven en los lideres del FMLN a personas: corruptas, vividores, politiqueros, momias de la antigüedad.

Es vital renovar los liderazgos en la cúpula del FMLN, para evitar los empoderamientos. Los líderes históricos, pueden cumplir el rol de acompañantes o consejeros, para evitar que el objetivo del partido se pierda con el tiempo.

c) No gustar de los beneficios del poder político, la política debe de ser una praxis en beneficio del pueblo.

No hay que ser un miembro cercano a los liderazgos del gobierno y de la cúpula del FMLN para notar que: “el beneficio y los lujos que da el poder político”, ha corrompido y cegado a los hombres que tanto hablaban de cambio. Es irónico ver a los Diputados de la Asamblea Legislativa de la fracción del FMLN, a los Ministros y al mismo Presidente Funes, gustar y aprovechar los beneficios del poder político: carros del año, trajes de lujo, viajes al extranjero, dietas y aparatos electrónicos de útima generación, etc. En fin de Izquierdistas, les quedo la sombra.

No estamos lejos del último intento que hizo la Asamblea legislativa por subir el salario a todos los diputados, en tiempos de crisis económica, de desempleo elevado, de incremento de la canasta básica, de salarios muy bajos; los diputados pretendían subirse su suntuoso salario; situación frustrada por la alta presión y conciencia del pueblo, que se expresó de muchas formas, especialmente en las redes sociales, en Internet.

Se critica esta situación de gustar los beneficios del poder político por parte de los líderes del FMLN, ya que, de los líderes de derecha, de ellos y ellas ¿Qué podemos esperar?, de los que defienden los intereses de la empresa privada y de las trasnacionales. “A un árbol seco, no le podes pedir que enverdezca”.

d) Intervención del Estado en la actividad económica privada, controlar y colocar un techo a las ganancias de las empresas y trasnacionales privadas.

Techo a las ganancias, contraloría estatal, el estado como garantía y como final de la actividad económica, estos enunciados en política económica, aunque suenan utópicos y pasados de moda, tienen una vigencia terrible. La crisis financiera en la que se encuentra la mayoría de las economías del primer mundo y sus derivados (tercer y cuarto mundo), se pudieran haber evitado, si los Estados hubieran tenido un rol más protagónico y menos permisivo de la lógica del mercado. La crisis es un signo de que el Capitalismo puede dejar de ser el horizonte o santo y seña de la actividad económica. Es vital que el gobierno de Izquierda coloque un serio y real techo a las ganancias que tienen tanto las empresas privadas nacionales, como las empresas trasnacionales; esto, aunque suena a socialismo, es viable y urgente. Los ricos o dueños de las empresas privadas no dejarían de ganar más, pero, se podría un límite a ese enriquecimiento. Con esta acción y con la distribución responsable de los recursos económicos, el Estado puede disminuir la escandalosa brecha entre riqueza y pobreza. Si en realidad el capitalismo es el único modelo económico de convivencia humana, pues hay que humanizarlo hasta donde podamos, y los límites de enriquecimiento puede ser un buen principio.

e) No olvidar la “Sangre de los Caídos”, ser fiel a su herencia martirial.

Nadie puede negar que la historia del FMLN, como movimiento guerrillero y como partido político, está marcada por una herencia martirial muy rica. La sangre de los caídos deberían de ser, junto al bienestar del pobre, los irrenunciables fundamentales de la Izquierda Salvadoreña.

La sangre de los caídos son el faro donde la Izquierda Salvadoreña recuerda la razón fundamental de su lucha, el buscar un El Salvador más justo e igualitario para todos, su sangre es signo que el Capitalismo Imperial y su doctrina de “explotación del hombre por el hombre” son la base en la sociedad desigual a la que ellos y ellas (mártires) ofrendaron su más valioso don, “la vida”, por un futuro mejor. Cada vez que se enarbola la bandera de los “compañeros caídos en la lucha” y no se practica una política digna de ese sacrificio, en vez de recordarlos, se les está enterrando. Los caídos son el recordatorio que, para trasformar una realidad y sociedad desigual, hay que dar lo máximo de cada uno. Lastimosamente se ve que muchas veces la cúpula del FMLN, sólo los recuerda para confirmar que están muertos.

f) Y el irrenunciable que da sentido a todos: “Bienestar del pueblo Pobre”.

Las víctimas reales del capitalismo neoliberal son los pobres, son estos los que sufren día a día en nuestro país lo inhumano del modelo. En ellos, no solo es necesaria una política de asistencialismo social, es vital crear las condiciones sociales, económicas y políticas para que el pueblo pobre llegue a ser gestor de su futuro.

¿Dónde se mide la autenticidad de un proyecto político de Izquierda?, pues, en el bienestar que pretenda darle a los pobres. Por eso la tendencia a la igualdad entre los seres humanos, en nuestro caso, Salvadoreños y Salvadoreñas, es uno de los signos reales de una Izquierda auténtica. Si la Izquierda salvadoreña no trata de acercar la brecha entre ricos y pobres, será infiel a su razón de ser. La izquierda en El Salvador no puede conformarse con la igualdad en derechos jurídicos para todos los salvadoreños, debe de crear mecanismos o políticas económicas encaminadas a igualar la desigualdad económica.

Es evidente que, con una opción política clara por el pobre, el Estado llevará a crear condiciones y ministerios públicos (salud, educación, ambiente, agricultura, etc.) que busquen el beneficio de los olvidados del sistema. La izquierda se juega su autenticidad en dignificar la sangre de los Mártires y de hacer de los pobres sujetos y objeto de su praxis política.

3. Ética de un Izquierdista.

En este apartado procuraré abordar de una forma muy generalizada la unión intima que existe entre un Izquierdista y un Cristianismo que buscan la construcción de una sociedad más justa. La pregunta fundamental seria: ¿Jesús de Nazaret, tiene algo que decir a la praxis política de izquierda? Con esta pregunta intentaré dilucidar la unión intima entre un izquierdista y un cristiano. Ese hilo unificador lo llamaré “ética de Izquierda”.

Para entender el mensaje político de Jesús de Nazaret hay que partir del aspecto cultural del pueblo Judío. En tiempos de Jesús la política estaba íntimamente enlazada con la Religión, se puede hablar que existía una Teocracia. Palestina estaba en tiempos de Jesús dominada por un poder Imperial extranjero en este caso Roma y también estaba siendo regida por un poder Religioso, en este caso el Judaísmo. “En la época de Jesús, se vivía, pues, en el Imperio romano y en el Segundo Templo de Jerusalén, hasta donde conservaba alguna autonomía respecto del Imperio, lo que los estudiosos modernos de la política y la religión han conceptualizado como una teocracia, siguiendo a un antiguo pionero, el historiador del tiempo de Pablo de Tarso, Flavio Josefo, que definió así el poder legislado por Moisés. En aquel tipo de estado el poder era ejercido directamente por Dios o los dioses” (6).

Podemos afirmar que la dominación del pueblo Judío se daba en dos vertientes: lo político y lo religioso.
Pero, ante esta realidad, ¿cómo reacciono Jesús? Pues todos sabemos que “Jesús de Nazaret rechazó, según los Evangelios Sinópticos, el poder sobre los reinos de este mundo”(7) pero sabemos que el mensaje de Jesús tiene implicaciones políticas, en palabras de Karl Rahner: “El Reino de Dios sólo viene para aquellos que construyen el reino venidero de la tierra”(8) “Se trata, pues, en la construcción del reino de la tierra, de algo que claramente tiene que ver con la política”(9).
Si e Jesús no pretendió poder político, pero si predico un mensaje con implicaciones políticas, tenemos que tener claro que el mensaje político de Jesús es: “Pienso que es la revolución en la imagen del Dios del judaísmo; la recuperación y profundización verdadera de la imagen del Dios de Israel, que no legitima la injusticia, que no legitima el abandono de los pobres, y que no pone el sentido de la vida ni en las riquezas ni en el poder dominador ni en el cumplimiento de la ley por encima del valor de las personas”(10) de dicha afirmación, podemos sacar el talante ético de un Izquierdista. Para ser de Izquierda se tiene que ser un ser humano que no legitima la Injusticia bajo ninguna de sus formas, no puede vivir a espaladas de la realidad de los pobres y que no pone el sentido de la vida en el poder y el dinero.

Serias afirmaciones para ser de Izquierda, se puede resumir en una frase muy englobadora: “para ser de izquierdas hay que vencerse uno mismo”. Hay que ser coherentes en todo, no puedo ser de Izquierdas y utilizar vehículos y cosas de lujo, sabiendo que el pueblo pobre que me eligió para gobernar para ellos, viven en la miseria. No puedo ser de Izquierdas si vivo alejado de la realidad de los pobres y mucho menos si cuando gusto del poder político, pierdo mi capacidad de sentir el dolor del otro. Difícil tarea verdad, vencer mi propio egoísmo, solo así no seré un opresor, injusto y represor vestido con camisa de Izquierda.

Y se ve en Jesús de Nazaret un ejemplo claro de cómo vencer nuestro egoísmo, el “Cristianismo Auténtico en clave Liberadora”(11) como tradición religiosa, puede propiciar esa Mística que falta muchas veces a nuestros líderes de Izquierda. Jesús nunca se aparto de su gente sencilla y campesina, siempre fue en ella donde dirigió su mensaje (primer irrenunciable); Jesús nunca pretendió llegar al poder y entronizarse en él, es más siempre quiso ser el servidor de todos (segundo irrenunciable); Jesús nuca gusto de los beneficios que le traía su misión, siempre buscaba el bien para todos(tercer irrenunciable); Jesús siempre denuncio el que los ricos tueviran hasta de sobra a la par de los pobres, recordemos la parábola de “Lázaro y el Rico” (cuarto irrenunciable); Jesús no solo recordaba a los caídos, los profetas, sino también el mismo fue uno de ellos(quinto irrenunciable); Jesús nunca perdió el horizonte de su misión, siempre fueron los pobres su razón de ser, son ellos los destinatarios de su mensaje (sexto irrenunciable).

Pero que tenia Jesús que posiblemente a los lideres de Izquierda les falta: “Humildad y Apertura ante la Trascendencia” solo un creyente es capaz de vencerse a si mismo y cargar con esa pesada cruz de ser Hombre para los demás. Eso es ser de Izquierdas, un humanista que piensa en los pobres, y ve en ellos la fuente de inspiración de su lucha, por tanto sabemos que es Izquierdista, aquel que se venció a si mismo y lucha por la igualdad de todo el genero humano.


NOTAS:
(1) FMLN: Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

(2) Cfr. Juan Hernández Pico. Tema 8, Tercera Parte, Cátedra: “Análisis socio-teológico de la realidad Latinoamericana”, Maestría en Teología Latinoamericana. UCA, El Salvador, 2012. Pág. 6.

(3) ARENA: Alianza Republicana Nacionalista.

(4) Limbo Político: Praxis política no definible ideológicamente, ni derecha, ni izquierda, tampoco me refiero a una alternativa democrática o tercera vía. Solamente es una forma de ejercer la política pública, sin base ideológica.

(5) ANEP: Asociación Nacional de la Empresa Privada.
(6)  Cfr. Juan Hernández Pico. Tema 3, Segunda Parte, Cátedra: “Análisis socio-teológico de la realidad Latinoamericana”, Maestría en Teología Latinoamericana. UCA, El Salvador, 2012. Pág. 2.

(7)  Idem. Pág. 3.

(8)  Rahner, Karl, “Christlicher Humanismus”, en Schriften zur Theologie VIII, Einsiedeln Zurich Köln, Benziger Verlag, 1967, p. 256; citado en español en Vorgrimler, Herbert, Karl Rahner. Experiencia de Dios en su vida y en su pensamiento, Santander, Sal Terrae, 2004, p. 331

(9) Cfr. Juan Hernández Pico. Tema 3, Segunda Parte, Cátedra: “Análisis socio-teológico de la realidad Latinoamericana”, Maestría en Teología Latinoamericana. UCA, El Salvador, 2012. Pág. 7.

(10) Idem. Pág. 10.

(11) Pienso en el Cristianismo concebido y vivido por la Iglesia Latinoamericana, en su concreto el que se inspira en la Teología de la Liberación.



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jueves, 17 de mayo de 2012

Sumak Kawsay y Reino de Dios (José María Vigil)


Compartimos el siguiente artículo tomado de la Agenda Latioaméricana 2012, para unirnos solidariamente a la lucha de nuestros hermanos indígenas. Porque sus "gozos y esperanzas, alegrías y angustías" deben ser las nuestras. 
La u-topía del reino no es propiedad privada de nadie. Reconocer que ya existían expresiones de ese deseo de un mundo mejor en nuestros pueblos, es reconocer la historicidad de Dios, del Dios que se encarna en la humanidad y en lo más humano de ella. Y "el verbo se hizo indio"... para seguir habitando entre nosotros... 

¿Qué dice el «Sumak Kawsay» indígena al «Reino de Dios» de Jesús de Nazaret?

Sumak Kawsay (SK) es una utopía indígena, con diversos nombres y matices en las diferentes lenguas y culturas de Abya Yala, que en los últimos años viene adquiriendo un rostro y un peso nuevo en la conciencia latinoamericana, porque está siendo propuesta con nueva fuerza al Continente por parte de los pueblos indígenas, reivindicándola como su aportación propia a la construcción de la sociedad que todos deseamos.
Jesús de Nazaret también hizo su propuesta, la utopía del Reino de Dios (RD), la que sus seguidores hemos hecho nuestra en el cristianismo liberador. Los cristianos latinoamericanos no estábamos acostumbra-dos a habérnoslas con otra utopía que la de Jesús. ¿Cómo encajar ahora la presencia de la utopía indígena del SK? ¿Podemos habérnoslas con las dos utopías?
Algunos dicen que los cristianos/as sólo podemos atender una utopía, la de Jesús, que ninguna otra merecería nuestra atención. Otros dicen que la propuesta de Jesús es completa y no podría ser enriquecida por ninguna otra... ¿Son combinables las dos utopías? ¿O son tal vez la misma?
¿Sólo la Utopía de Jesús, el Reino de Dios?
Hay que recordar ante todo que la utopía de Jesús no fue una invención suya... Él tomó la idea y la expresión RD de la utopía que los profetas venían anunciando y proclamando hacía varios siglos. Jesús no pretendió ser original; asumió la utopía de su pueblo, quedándose con lo mejor de la misma.
Por otra parte, tal como el cristianismo la ha asumido, la utopía de Jesús, el RD, no tiene un contenido perfectamente definido, ni es un paquete cerrado... Más bien, como «u-topía» (sin lugar) que es, es una aspiración profunda, un horizonte ideal en el que siempre se explicitan nuevos sueños...
Más aún: no es que sólo el cristianismo sea utópico; otras muchas culturas y pueblos lo han sido, y lo son. En realidad, el cristianismo, durante la mayor parte de su historia, perdió su dimensión -histórico--utópica, al convertirse en religión de diferentes imperios, nada amigos de utopías sociales transformadoras... De hecho, el cristianismo liberador, el de la teología y la espiritualidad de la liberación, representa una recuperación histórica del «movimiento de Jesús», lo que él realmente inspiró, una apasionada búsqueda histórico-utópica no de «otro mundo», sino de este mismo, pero introducido totalmente en el sueño de Dios y de los seres humanos mismos...
Muchos pueblos -quizá todos, de alguna -manera- viven la nostalgia de un «otro mundo» al que se sienten convocados por una fuerza misteriosa que los lleva a todos a converger en la búsqueda del Bien... Todo corazón humano sueña con la utopía, con el amor pleno, con el Bien...
¿Dónde encontrar ese mundo? ¿Cómo dar rostro concreto a esa utopía? Jesús no dio una «definición» de RD. Un adagio teológico tradicional nos lo pone más fácil: ubi bonum, ibi regnum, «donde está el bien, allí está el Reino». ¿Qué es esa utopía del RD con la que soñamos? No sería otra cosa que... «la suma de todos los bienes, sin mezcla de mal alguno». Todos los seres humanos, todos los pueblos han soñado y sueñan con el Bien, con el Bien mayor, y con la Vida, la Vida en plenitud, imaginada de una u otra forma.
En realidad, la Utopía humana nunca podrá ser definida, porque en ese momento quedaría limitada, y paralizada. Conforme avanzamos en el camino de la historia el horizonte utópico se va alejando, desvelando nuevos paisajes, nuevas lagunas a ser rellenadas, exigencias renovadas para la consecución del Bien y de la Vida en plenitud. En ese intento de concretar la utopía global de la humanidad en cada momento histórico, ¿no cabrán todos los aportes, los antiguos y los nuevos, los de unos y los de otros? ¿Será que la Utopía es una originalidad que los cristianos podemos reivindicar en exclusiva?
Si no creemos ya que haya «pueblos elegidos», ni pueblos «dejados de la mano de Dios», sino que el Misterio de la Realidad Última se comunica con todos ellos, a su manera, desde las limitaciones y las posibilidades de cada cultura, bien podemos admitir que:
- todos los pueblos pueden aportar su gracia, su búsqueda, su inspiración, su intuición de la Utopía,
- nosotros mismos tenemos límites, y sobre todo incoherencias y contradicciones -como cualquier cultu-ra, como toda realidad humana-. Entonces, la actitud más correcta sería apertura de corazón, la escucha de todas las aportaciones que buscan el Bien y la Vida plenos, acogiéndolas como venidas de la misma única fuente que a todos nos inspira. Al final descubrimos que todos los diálogos sobre la Utopía, no sólo nos enriquecen y nos confrontan, sino que convergen con las aspiraciones profundas de todo ser humano.
Qué dice el Sumak Kawsay al Reino de Dios
Con una actitud así, abierta, humilde y macroecuménica, será fácil dialogar, incluso «dejarse interpelar» por el SK. Veamos:
• RD y SK, en el fondo, de alguna manera, coinciden. Si la Utopía que anunció Jesús, por la que vivió y luchó, fue la Vida, y la Vida en abundancia (Jn 10,10), en plenitud, ¿qué otra cosa significa SK, el Buen Vivir, sino vivir en plena armonía con nosotros mismos, con la comunidad, con la Naturaleza y con el Misterio? Coincidencia de fondo, convergencia histórica, complementariedad inevitable...
• Al coincidir con el RD, el SK nos recuerda un elemento esencial que el cristianismo olvidó durante muchos siglos: que el RD no puede ser sólo para otro mundo, sino que se inicia y debe construirse ya en este mundo. El Buen Vivir Buen Convivir nos recuerdan a los seguidores de Jesús que el RD también es una utopía intrahistórica, y que se debe construir realizando y expandiendo el bien aquí: ubi bonum, etiam ubi bonum vivere... ibi regnum.
Demasiado tiempo estuvo el cristianismo histórico pensando que el RD sería un reino interior, espiritual, de las «almas», una realidad «sobre-natural» (y con frecuencia un tanto contra-natural, enemiga de las realidades naturales). Demasiado tiempo los cristianos vivieron obsesionados sólo por la vida después de la muerte, por el cielo o el infierno... El SK nos recuerda que también el RD se debe construir aquí, en esta vida antes de la muerte, en este mismo mundo.
• Tal vez, la mayor lección que SK nos da a los cristianos tiene que ver con la naturaleza. El cristianismo, que como ya reconocen muchos, ha sido «la religión más antropocéntrica» (Lynn White), ha vivido de espaldas a la naturaleza, ignorándola por una parte y, por otra, sometiéndola a una depredación inmisericorde. El SK nos recuerda que debemos superar ese «punto ciego ecológico» que de hecho el cristianismo ha sufrido en su historia.
Hará falta en primer lugar superar el antropocentrismo, o «especismo» (cfr. Pedro Ribeiro en esta misma Agenda, p. 222), por el que no hemos tenido ojos más que para el mundo humano, y liberar a la naturaleza del desencantamiento a que la hemos sometido con el antropocentrismo primero, y con el racionalismo cartesiano y el mecanicismo newtoniano después. Reencantar nuestra visión de la naturaleza, reconocerle su dimensión mistérica, y sobre todo, reconocernos parte de ella y necesitados de integración armoniosa y plena con su vida, es ya una «revelación» urgente que debemos agradecer al SK.
• El SK nos hace el inmenso favor de recordarnos y de denunciar la complicidad todavía no superada del cristianismo con el modelo occidental de comprensión del mundo, es decir, con el capitalismo, la injusticia sistémica, el desarrollismo, la minusvaloración de la naturaleza, la devastación de los recursos naturales... Son defectos graves, antiutópicos, antiecológicos, que no han caído del cielo, sino que han nacido dentro de la matriz cultural cristiana. Y están todavía ahí, consentidos por buena parte de la institución, y todavía bien instalados, hasta el extremo de poner en peligro la integridad del planeta sin que la sociedad «cristiana» sea capaz de despertar y frenar el desastre que se nos avecina. El SK nos recuerda que sin resistir al capitalismo y al modelo occidental depredador, el RD no quedaría realmente actualizado tal como Jesús lo anunciaría y practicaría hoy.
• Como utopía que es de pueblos hermanos que fueron oprimidos y sometidos, privados incluso del derecho a hacer su contribución peculiar a la sociedad humana con sus riquezas culturales y religiosas, la reivindicación actual que los pueblos indígenas hacen de su cosmovisión utópica no puede más que ser saludada con entusiasmo por los cristianos/as, como un signo de que Dios exaltó a los humildes, derribó lo que se había instalado en un trono opresor, y habló y sigue hablando por boca de muchos, especialmente de los pequeños.
• El SK debe ser para nosotros un llamado a la humildad, a la rectificación, y a una nueva actitud histórica y política. Y a la vez debemos hacer un aporte crítico a nuestros hermanos indígenas, que tratan de recuperar y reconstruir retrospectivamente su patrimonio tradicional utópico, pues también ellos pueden caer en la incoherencia y en la falta de testimonio.

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