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martes, 8 de junio de 2010

¿Violencia la Solución? (Francisco Castillo)


La realidad salvadoreña que nos ha tocado vivir es muy dura. Hoy más que nunca vivir en el pulgarcito de América, es todo un reto y al mismo tiempo un milagro. Nadie es ajeno que la violencia social, la pobreza, la falta de oportunidades, en fin los males heredados de gobiernos ajenos a la realidad de los pobres, y gobiernos “progresistas”, que siguen con lo mismo, han hecho que la vida de los salvadoreños pobres sea dura de vivir. Ante esta realidad o toca aceptarla, huir de ella, o tratar de humanizarla desde lo poco. Los índices de violencia son tan alarmantes que ver morir a 14 personas asesinadas a diario, es tan ahogante que pensamos que ya no se puede hacer nada más que una sola opción: “si estuviera la guardia como antes, esto no sucediera”. Los salvadoreños en estos días con total razón piden que el ejército salga a las calles, a pelear una guerra perdida por la Policía Nacional Civil (PNC), y es lógico que piensen que la única forma de contrarrestar tanto mal, sea con represión. La pregunta que nos podemos hacer desde nuestra fe, es, ¿vale la pena apagar fuego con fuego?, ¿violencia la detendremos con violencia?


Quiero aclarar que no soy sociólogo, politólogo, abogado; soy simplemente un creyente que trata de ver dicho problema desde una perspectiva de fe, por lo tanto ya de entrada creo que no voy a dar recetas ni soluciones, solamente me remitiré a expresar lo que creo debería de tomarse en cuenta a la hora de afrontar el problema.

“Vuelve la espada a su sitio, pues quien usa la espada, perecerá por la espada” MT. 26, 52.

Los seguidores de Jesús de Nazaret, siempre tendremos que renunciar en la medida de nuestras posibilidades a toda muestra de violencia, o muerte. Creemos en el Dios de la vida, de la historia y no podemos en ninguna forma pensar en la muerte como camino para salir de las tinieblas. Me pregunto ¿qué podemos hacer los católicos y protestantes para contrarrestar dicha violencia? ¿Será que nos falta más fe; o nos falta más acción social? ¿Qué podemos hacer?, si uno observa la vida del Maestro muchas veces Jesús intentará mantenerse al margen de la violencia, aunque su muerte (asesinato) sea violento. Pero, ¿cómo reacciona en realidad Jesús? Muchos, creo que la mayoría de sus seguidores, piensan que lo hizo pasivo e incluso buscó dicha muerte (ya sea por la interpretación de la muerte vicarial de Jesús o por la idea de que Jesús estaba predestinado por el Padre para dicho fin), pues bien la mayoría de los cristianos piensan que Jesús se entregó a una muerte violenta por nuestra salvación y porque el Padre así lo había pensado. Creo que estas interpretaciones no son únicas y pienso que se puede comprender también la muerte de Jesús como consecuencia de su forma de vida. A Jesús lo mataron porque estorbaba su palabra, sus milagros, su vida en sí. Ahora bien si la muerte de Jesús es consecuencia de una forma de vida que en los evangelios se llama Reino de Dios, habrá que ver ¿qué de conflictivo tiene ese estilo de vida? para que sea odiado hasta una muerte en cruz. Vivir para el reino de Dios implica para Jesús, amar a los pobres, a los marginados a los que no valen nada; implica cargar sus cruces, sus inmundicias, sus dolores; vivir para el reino implica para Jesús renunciar a sus propios derechos incluso su propia vida. En fin vivir para el reino nos hace ser Seres Humanos hermanos y servidores del prójimo.

A los cristianos nos toca vivir para el reino, humanizando la historia desde abajo.

¿Qué debemos hacer los cristianos? Pues se dice tan fácil pero hacerlo implica toda una Espiritualidad: lo que debemos de hacer es imitar a Jesús. Imitar implica romper compromisos con lo material, con lo ideológico, incluso a veces con lo religioso; imitar a Jesús nos lleva a consagrar nuestras vidas a vivir con justicia, con verdad, con libertad, con amor y solidaridad, con nosotros mismos y con los demás. Muchas veces preferimos una de dos: estar viendo solamente al cielo (alienados en lo espiritual) o preferimos estar viendo a la tierra (alienados a lo material). Y estas alienaciones nos llevan a un conformismo enfermizo que pretende o creer que con oraciones, cultos o liturgias le “arrancáremos” el milagro a Dios; o creemos que solamente las soluciones violentas como uso de fuerzas armadas, pueden detener el problema. Estas alienaciones nos llevan a una encrucijada difícil de solucionar.

¿Qué podemos hacer? Los cristianos estamos obligados desde nuestra fe en Jesús a levantar a los caídos del camino, a los excluidos de nuestra sociedad. Me pregunto ¿qué sucedería si en nuestras Parroquias, pastorales y movimientos, unificáramos un solo sentir por llevar el AMOR cristiano a todas estas personas que han optado por el mal? ¿Qué sucedería si nos uniéramos en un solo y real cuerpo que pretenda no solamente llevar la Palabra de salvación, sino también Palabras de apoyo y solución?

Fuego no se apaga con fuego. Y los cristianos tenemos el deber de levantar esta historia desde abajo, ¿Cómo es esto posible?, si nos tomáramos por ejemplo, la lucha por brindar espacios (serios, dignos y cristianos), para que los jóvenes tengan lugares y actividades donde puedan desarrollarse dignamente, y así tener una mejor esperanza de vida. Pero ¿qué sucede? Nuestra Pastoral Juvenil se ha quedado en la mitad de la solución, solamente llevan Palabra de Salvación y no palabras de apoyo y solución. ¿Qué debemos entender por palabras de apoyo y solución? Buscar formar grupos de apoyo en formación en lo académico, en lo profesional y lo técnico; ¡sí amigos! Educar, pero en dignidad, no copiando modelos que fomentan estilos antropológicos mercantilistas, sino educar para ser seres humanos; ósea, gente que siente, que vive, que cree. Si no buscamos apoyar a los jóvenes ofreciendo espacios reales, esto no se solucionará. Sabemos que las maras no son lo único que genera problemas de violencia, pero podemos empezar por ahí. La iglesia que tiene todo un aparato físico y humano, puede dejar un poco lo “litúrgico-celebrativo” y mandar a esos discípulos misioneros (Aparecida), a llevar a Jesús con total alegría. Pienso que si los católicos, brindáramos un tiempo de nuestras vidas podríamos en serio llevar esperanza. Creo que hay parroquias que pueden ser las pioneras, ojalá que se luchara por ser menos piadosos y más atrevidos. Pero evitando los extremos, no solucionamos el problema solamente con nuestras fuerzas humanas, al final siempre debemos de apelar al Señor, para que él haga su voluntad con cada uno de nosotros.

Por tanto, los cristianos no creemos en la solución violenta de los problemas, recordemos como M. Romero en todas sus enseñanzas nos invitaba a renunciar a todo camino violento para solucionar nuestros problemas. Sí reconozco que la realidad es tan dura que ahora sólo se ve que reprimiendo se puede solucionar esta coyuntura, pero no dejemos de creer y apostar por brindar una mano amiga y preventiva, vamos a esos jóvenes que están pensando meterse a la mara, vamos con lo mejor que tenemos, y tendámosle la mano para levantarlos de ese agujero deshumanizador y llevémosles apoyo, educación, oportunidades, dignidad, llevémosles a Jesús y junto a este y con fe en él, le ganaremos al mal espíritu a estos jóvenes que son también Hijos de Dios.

Dejo el debate abierto y deseo que ustedes mis queridos lectores me brinden su opinión o sugerencia para dicha temática, lo dejo abierto con estas preguntas: ¿se puede hacer algo más desde nuestra Iglesia? ¿Qué nos falta por hacer?... Espero sus sugerencias y que Dios nos ayude en este camino.

6 comentarios :

  1. Muy buena Reflexion Hermano... llego a mi corazón, benciciones..

    Atte.William Gonzalez

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  2. Ciertamente, para eliminar "algo" se tiene que hacer de raíz. Cortamos las ramas, lo externo, la apariencia. Y es por ello que al final, continua lo que daña. Con respecto a nuestro problema social actual, es evidente ver que el reino del mal impera.
    Todo cristiano y cristiana debe de aprender a vivir sin violentar y violentarse. El gran problema es que los y las que tienen el poder en este pulgarcito, ni son cristianos (o son solo de boca), ni desean cambios porque eso implica "despojarse de los lujos y el poder".
    !Sólo seremos Iglesia cuando veamos este problema como propio¡
    Ánimo, ya que en nosotros esta parte de la solución.

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  3. Es muy cierto que la violencia no se va ha para con violencia. Si bien en el paso asi se resolvían los problemas en nuestro país, no significa que eso sea la respuesta en estos momentos. Además a mi punto de vista sería "dar un paso atrás" con lo estipulado en los acuerdos de paz. Por otro lado creo que lo que necesitamos son personas que propongan soluciones y que obviamente se lleven a cabo... Eso sii empezando por uno mismo. Saludos

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  4. Ojalá nuestro presidente lea este blog...

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  5. muy buen blog...tenes mucha razon creo k deberiamos de dejar que Dios nos utilize como sembradores del reino pero desde afuera de la iglesia compariendo mas con los jovenes y niños que estan a punto de meterse a las maras, eso es lo k neceita el pais, mas espacios de ayuda..

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  6. Gracias por dar una mirada diferente de las problematicas de nuestro país

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