Las siguientes líneas que a continuación les compartimos, las envió nuestro amigo y maestro Mario Méndez, intenso educador en el área de la Pastoral y la Teología. Sin más preámbulos y para que disfruten el contenido, les dejamos esta hermosa y breve reflexión sobre la fiesta de la natividad de nuestro hermano, Jesús.
¡Gracias, Mario, por seguirnos compartiendo tu experiencia!
El nacimiento del hijo de María
Lo que pasó después: Inventamos una navidad a la medida del mercado, cuantificable, con criterios de calidad y eficiencia que se verifican en lo que se compra, se vende, se produce, se recibe y se consume.
Lo que podríamos hacer en latinoamérica: reinventar la navidad, reconociendo a Dios allí donde a ella le gusta estar: en las luchas populares, en la búsqueda de reconocimiento de las personas excluidas por razones de nacionalidad, cultura, religión, género, orientación sexual, condición social; en la esperanza de las víctimas de la violencia; en los movimientos sociales que reinvindican el derecho a vivir en un mundo habitable: un mundo en el que quepamos todas y todos.
Feliz navidad reinventada.
Con aprecio:
Mario Méndez
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¡Gracias, Mario, por seguirnos compartiendo tu experiencia!
Lo que realmente sucedió: no lo sabemos, pues los evangelios no son crónicas ni relatos periodísticos.
Lo que quisieron decir Mateo y Lucas: que, en Jesús, Dios interviene decididamente en la historia, se muestra en la condición humana, en lo débil y vulnerable; que hay esperanza para las víctimas de la pobreza y la exclusión; que es en las luchas de las personas pobres y de las personas excluidas donde se le puede reconocer y encontrar.
Lo que quisieron decir Mateo y Lucas: que, en Jesús, Dios interviene decididamente en la historia, se muestra en la condición humana, en lo débil y vulnerable; que hay esperanza para las víctimas de la pobreza y la exclusión; que es en las luchas de las personas pobres y de las personas excluidas donde se le puede reconocer y encontrar.
Lo que pasó después: Inventamos una navidad a la medida del mercado, cuantificable, con criterios de calidad y eficiencia que se verifican en lo que se compra, se vende, se produce, se recibe y se consume.
Lo que podríamos hacer en latinoamérica: reinventar la navidad, reconociendo a Dios allí donde a ella le gusta estar: en las luchas populares, en la búsqueda de reconocimiento de las personas excluidas por razones de nacionalidad, cultura, religión, género, orientación sexual, condición social; en la esperanza de las víctimas de la violencia; en los movimientos sociales que reinvindican el derecho a vivir en un mundo habitable: un mundo en el que quepamos todas y todos.
Feliz navidad reinventada.
Con aprecio:
Mario Méndez